jueves, 20 de enero de 2011

El tiempo y su delito

El pasado besó al presente. Su peor delito; involucrarse con otro tiempo. Dos tiempos confluían en un mismo momento, pasado y presente juntos en su delito amatorio. El pasado fue, estuvo y amó al presente. El presente es y está: su amor es el pasado. ¿Y cuál es el delito de amar a otro tiempo? El presente no lo entiende, su amor es eterno, mas, el pasado lo ha olvidado, como aquellos recuerdos que desaparecen y se vuelven nada en el silencio. El tiempo es como un río, mas alguien lo ha dicho; donde lo que fluye es el presente y las piedras conforman parte del pasado. Inmutables, hieráticas, no pueden ser sino aquello. El pasado se hunde en su propio tiempo.

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